Como podéis imaginaros por el título, este año tocó pasar las Navidades lejos de Vitoria.
Supongo que con todo el tiempo que llevo fuera de casa ya me he acostumbrado a estar a más de mil kms. de mi familia en el día a día. Pero Nochebuena no es un día cualquiera y, si bien ya había pasado una Nochevieja y un día de Reyes irlandeses, esta era la primera vez que no volvía para Nochebuena. Así que, con un pelín de pena por no poder estar con mi familia, preparamos la Nochebuena becaria!
Vinieron becarios de otras ciudades a experimentar las navidades neoyorquinas: Toronto, Ottawa, Miami, Santo Domingo...Algunos de ellos se quedaron también para Año Nuevo. Entre las visitas vino Belén, una chica muy majetona de mi clase del máster, con lo que en cierto modo había veces que me parecía que Vitoria no podía estar tan lejos si había una logroñesa al lado mío!
Con todo esto, nos acabamos juntando 19 personas para celebrar la Nochebuena en un italiano, del que no esperaba demasiado pero la verdad es que nos pusieron buena comida...y unos pasteles c*j*nudos para postre! Tras esto, acabamos en un bar del barrio, bastante cutrecillo y en el que habría 5/10 personas cuando llegamos, así que lo ambientamos nosotros.
El día de Navidad fue un poco más "alternativo"/cutre porque, después de ir con Belén a enseñarle Central Park (bueno, y a descubrir zonas que yo aún no conocía!) acabamos comiendo en un Deli con otros 3 becarios (los noodles estaban FRÍOS!) Pero es que, vamos, el día 25 muchos sitios estaban cerrados, así que hicimos lo que pudimos.
Para cerrar la noche, el mismo 25 fuimos al Pink Elephant, una discoteca en el sudoeste de Manhattan (en el Meatpacking district) y bien. Era una discoteca pequeña, pero bastante cuca, así que ahí agotamos las horas del día de Navidad a base de bailoteos. Estuvo divertido.
Luego, para Año Nuevo, yo me desmarqué del becariado IC3X y me fuí con mi colega siciliano Andrea y un compañero suyo de residencia a una fiesta en Chinatown, que la organizaba un grupo de becarias de las Naciones Unidas. Fue la fiesta de fin de año más surrealista del mundo, pero precisamente por eso fue muy divertida. Allí pude hablar con gente de Australia, Israel, México, Francia, Texas, India, Italia...Vamos, que se notaba que era una fiesta de la ONU, jajaj. Tenían uno de los dos sillones en el rellano de la escalera, para que hubiera más espacio para la gente y un baño (gigante por cierto) habilitado como guardarropa, con una mesa volcada encima de la bañera. Muy risas.
A las 12 menos algo nos subimos al tejado del edificio, para ver los fuegos artificiales, y eso también fue una aventura, porque desde el último piso hasta el tejado habia una escalera metálica de mano (no era de las portátiles, sino que era fija, pero si me daba respeto a mi, no quiero pensar qué les costó subir por aquellos escalones a algunas de las chavalas con tacones) y nada, una vez arriba, mucho jolgorio. Vimos los fuegos artificiales del Brooklyn bridge, porque desde allá no se veían los de Times Sq (simplemente se atisbaban resplandores) y de vuelta para la party hasta las 4/4 y pico de la mañana.
Bueno gente, voy a ir abreviando, que esto lo estoy escribiendo el 2 de Enero a las 19.45 (aunque lo colgaré cuando pillé internet...) y hay que empezar a prepararse para salir de marcha!
Nuestra cena de Nochebuena