domingo, 5 de diciembre de 2010

Sevilla

Dicen que la lluvia en Sevilla es una maravilla. Así que debo estar viviendo unos momentos maravillosos, porque desde que llegué el día 16 a última hora (ó 17 a primerísima hora mejor dicho) ha llovido la mitad de los días, si no más. Ahora mismo está cayendo una tormenta con rayos y todo que no veas tú qué alegría...

No he tocado el blog porque no he podido contratar internet aún, pero hoy, con este día, he pensado que no tenía una cosa mejor que hacer a estas horas de la tarde. Si eres el dueño de la red abierta, perdona que la use...

Total, que he acabado en Sevilla. Después de mucho dime y direte tras la vuelta de NYC, ofertas fantasmas, ofertas truncadas, ofertas rechazadas, he acabado en la otra punta de España. ¿Habré tomado la decisión correcta?

Pues no lo sé. Pero bueno, el tiempo lo dirá. Por ahora habrá que contentarse con aprovechar el tiempo al máximo y aprender lo más que podamos a todos los niveles.

Ni siquiera me ha dado tiempo a hacer un turismo decente, porque la lluvia me está fastidiando los fines de semana y, sinceramente, no me apetece ir a ver la ciudad y volver empapado, pero todo se andará.

Por cierto que, tras 8 años de carnet criando telarañas, parece que el martes me darán mi "nuevo" (de 2ª mano) coche. Que tiemblen los conductores que aquí vengo yo. Ya verás tu qué espectáculo.

Me voy a hacer unas palomitas.

Hasta más ver (o leer)