miércoles, 10 de febrero de 2010

Super Bowl Sunday

Una de las aficiones que he adoptado en esta tierra yankee, y que aún no había comentado por aquí, es la de ver partidos de fútbol americano. Mucha gente dice que es un juego lento (lo cual es verdad, dada la cantidad de anuncios que te enchufan en un partido y las 3,5 horitas que te esperan si te sientas a verlo); que no es tan noble/masculino como el rugby (típica afirmación de los ingleses), que tiene unas reglas raras (lo cual es cierto e incierto a la vez: la dinámica general del juego es muy sencilla, pero son pocos los americanos que entienden todos los penalties) y otras cosas por el estilo.

Pues aún así me gusta.

Yo me he convertido en un fan de los Jets (The Gang Green) por varios motivos:

- Este año, contra absolutamente todo pronóstico y a ultimísima hora, se clasificaron para los play-offs. Y no solo eso, sino que, again, contra todo pronóstico, se cargaron a los Cincinatti Bengals y a los San Diego Chargers (ojo a sus cheerleaders, jeje!) para caer contra los Indianapolis Colts, mejor equipo de la liga regular y ganador de la Super Bowl en 2007, a un solo partido de llegar a la Super Bowl. Con dos bemoles. Los dos últimos partidos me los tragué enteros.

- Son el underdog (equipo pequeño) de NYC por detrás de los Giants. Sólo han ganado una Super Bowl en su única aparición en la historia por tres victorias de los Giants (que además jugaron otra más que perdieron). Y de eso hace catapún de años (1969)

- Su quarterback es Mark Sanchez, californiano de ascendencia mejicana. Yo siempre digo que es mi primo ;)
Era rookie este año, y la verdad es que no era excesivamente brillante, por lo que le caían palos desde la prensa que no veas. Sin embargo el tío lo hizo muy bien contra los Colts (a pesar de la derrota), así que por lo menos quedo torero en el último partido de la temporada.

- Qué leches, son de Nueva York (lo bonito que estaba el Empire State iluminado con sus colores antes de los partidos de playoff)

**He de decir en su "contra" que los Jets son al fútbol americano lo que Grecia a la Eurocopa de 2004. Son tremendamente defensivos (la mejor defensa de la NFL) y de ataque "feo" (fueron el primer equipo en yardas recorridas pero de los últimos en yardas avanzadas por el aire [mi pobre Mark Sanchez no es un CR9 de este deporte precisamente], lo que significa que nada de pases espectaculares: La pelota en la mano al afroamericano fibroso y hala, a curtirse contra el otro equipo y correr como un rayo si encuentran un hueco.

En cualquier caso, a los pobres hombres los echaron los Colts de Peyton Manning, reconocido por todo el mundo como el mejor quarterback y una de las estrellas de la NFL (aunque la lío parda en la Super Bowl) así que en la Super Bowl tenía que elegir a quien animar entre los susodichos Colts (no way! Habían echado a mi equipo) y a los New Orleans Saints.

Estaba claro a quien apoyaba (como el 100% de los americanos si excluimos a los fans de los Colts) Los Saints llegaban por primera vez en su historia a la Superbowl, partían con menos posibilidades que los de Indiana sobre el papel y contaban con el apoyo popular tras la catástrofe del Katrina en 2005, en la que muchos de los supervivientes se refugiaron en el estadio de los Saints, el Superdome, tras haber perdido sus casas.

Así que el domingo a la tarde me dirigí a casa de unas amigas americanas que montaban una fiesta en su piso con mi tortilla española y mi caja de cervezas, y allí vi el partido con otras 20/25 personas. Como la Super Bowl la "ve" todo el mundo, incluso los que no hacen ni caso a este deporte durante el resto de la temporada, pues mucha de la gente estaba más de chachara y comilona que otra cosa, pero allá estabamos una docena enfrente de la tele, algunos entusiasmados con el partido y otros con los anuncios (los anuncios de la SuperBowl son el equivalente a los anuncios de Año Nuevo en España, salvando las distancias)



31-17 para los Saints :)

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